La Silla Eléctrica - Un desaparecido programa de la Radio Nacional de Colombia

En épocas en las que nuestros jugadores escribieron, Carlos Valderrama y Jorge Bermúdez nos sedujeron, por su prosa ágil y contundente para dar sus opiniones sobre la selección nacional, por vía internet. Sus textos, por su buen nombre como jugadores y personas, han causado polémica por lo expresado en sus columnas periodísticas; en lo personal me han gustado sus posiciones criticas, pero francamente dudo mucho que ellos hallan sido quienes se sentaran siquiera dos horas a redactar y corregir sus escritos.

Valderrama, “el pibe”, no tiene una riqueza de vocabulario al expresarse verbalmente, que nos compruebe que efectivamente posee una prosa envidiable, para cualquier estudiante de comunicación. Y Bermúdez en la tierra de Borges, Cortázar y Sábato pudo llegar a ser campeón de Copa Libertadores de América, pero no creo que los halla leído con la misma disciplina necesaria que se necesita para ser un buen jugador, trabajo que sin duda debió hacer su amanuense.

El primero con 39 años y el segundo con 29 todavía están a tiempo de ser buenos lectores, lo que les sentaría bastante bien, por las características de su profesión que es bastante corta, para luego dedicarse a ser unos buenos “desocupados lectores”, como nuestro buen crítico literario Juan Gustavo Cobo Borda 1. Para iniciar nada mejor que Los Cuadernos de Valdano, publicados por el País, Aguilar de editorial Santillana S.A. en 1997 en España y llegados a tierras menos nuevas en 1998 2. Su autor, de nombre Jorge Alberto Francisco Valdano, tuvo un excelente recorrido como jugador en los clubes Newel’s Old Boys de Argentina; Álaves, Real Zaragoza y Real Madrid de España, y la selección Argentina. Valdano siempre fue un jugador con un libro bajo el brazo en las concentraciones antes de los partidos, con ello experimento que a escribir sólo se aprende leyendo.

Jorge Valdano a finales de su carrera de jugador, en 1987, nos cautivó con un breve ensayo titulado Los Tres partidos del futbolista, donde expone las presiones físicas y psíquicas del jugador antes, durante y después de un partido. Desde entonces, Valdano con inteligencia nos expresa las intimidades del fútbol y su sociedad que nos hace entender las sensaciones que se tienen en este estadio de la vida. Él ve que en los medios esta el poder y la comunicación pública, y que bien utilizado se saca provecho en beneficio del mismo deporte. De ahí que decida en los años noventa ser técnico y comentarista deportivo de fútbol. Como técnico en el Tenerife fue la piedra en el zapato del Real Madrid durante dos temporadas, hecho que le dio la banca del club Madridista, con el que fue campeón, en 1995. Todas las experiencias con buena prosa, fueron contadas en el libro Jorge Valdano, sueños de fútbol 3; de los hermanos periodistas Carmelo Martín, de las islas Canarias.

Así, quienes siguen y están en el fútbol nos hemos convencido de que toda meta es un sueño en el que hay que perseverar sin perder la esperanza de los sueños cumplidos. A Valdano, Menotti lo autorizó a soñar, él siguió soñando con éxitos literarios: Al final del prólogo de Cuentos de fútbol 4, publicado en 1995 por Extra Alfaraguara, dice haber sido acusado de “vendedor de sueños” para ser empañada su imagen, él lo tomo como un elogio hermoso, que corrobora en sus cuadernos cuando al final de su libro remata con una posdata: Me gustaría que supieran, aquellos que me enseñaron a soñar, que aún sigo en ello.