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El
reciente encuentro campirano entre los dos jefes de Estado más
influyentes del mundo entero, se ha constituido en un acontecimiento
de primer orden, trascendiendo el ya tradicional hermanamiento entre
las potencias de Colombia y Estados Unidos, para adentrarse en el
terreno musical.
Las cosas no podrían
estar yendo mejor para Colombia. Los índices de popularidad
de su multifacético presidente-candidato tocan el cielo.
No hay sombra de duda alguna en que la reelección será
un hecho, quiéralo o no la leguleya Corte Constitucional,
muy a beneplácito de la opresa muchedumbre.
La Opinión Pública
se muestra satisfecha hasta el paroxismo con las indiscutibles muestras
de autoridad por parte del Primer Mandatario, capataz y arriero
por derecho propio, a la vez que éste continúa estrechando
fraternales lazos binacionales iniciados hace ya más de 100
años con la mutuamente benéfica transacción
del Canal de Panamá, cedido con munificencia al país
vecino.
¿Y quién mejor
que su homólogo norteamericano, George W. Bush, mayordomil
terrateniente, para extender generosos sus potentes brazos ante
tamaño número de coincidencias ideológicas?
¿Quién más similar a él en la tierra
entera? ¿Qué mejor que compartir junto a él
un entero fin de semana en el rancho campestre del gentil texano?
Bush y Uribe descubrieron
la respuesta. Durante las extensas cabalgatas e interminables recorridos
automovilísticos por los áridos predios de la granja
presidencial retransmitidas ad nauseam por los noticieros locales,
tras intercambiar entre sí diversas opiniones en torno a
lo humano y divino, tuvo lugar una cuidadosa audición de
diversas grabaciones sonoras de diversos fonogramas y filmogramas
estadounidenses y criollos.
La lista es interminable: Juanes (sin lugar a objeciones uno de
los 100 hombres más influyentes del mundo junto al mismísimo
Bush), Kenny Rogers, Shakira, La Nena Jiménez, Dolly
Parton , todo ello sumado a una sesión de cineclub a puerta
cerrada con apartes del programa televisivo La Escalera y una conmovedora
premier del inolvidable Día de la Independencia.
Y luego, extasiados ante
tamaña muestra de calidad musical colomboamericana e inspirados
por aquel lejano álbum de 2000 trabajado alimón por
Eric Clapton y B.B. King, también una prueba de amor fraterno,
esta vez entre Inglaterra y Estados Unidos, decidieron adentrarse
en el estudio de grabación para dejar testimonio musical
de su encuentro.
El resultado: Riding With
The Fu-cking, una sorprendente demostración de que, también
en materia discográfica, ambos siguen y seguirán siendo
dos verdaderas e indiscutibles ‘autoridades’.
Riding With The Fuck-ing
TLC Records
Track listing:
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1. Bin-la |
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Sobrecogedora interpretación
de la popular Layla, a manera de misiva cariñosa
para Osama “Bin-La”. Se destaca el lastimero coro:
“Bin-La, you got me on my knee, Bin-La, Bin-La, I'm begging,
darling please.
Bin-La, darling won't you ease my worried mind”. |
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2. Tears in Iraq |
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Versión libre de la clásica
Tears in Heaven basada en la epopeya Iraquí de la
que Bush es gestor. |
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3. Reelection is one step away
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Una conmovedora variación de
Heaven is one step away en la que Bush ausculta con su
voz de aliento a su homólogo colombiano para no desfallecer
ante los posibles embates democráticos de la Corte. |
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4. Ten long years |
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Crónica futurista
acerca del venidero periodo presidencial colombiano. |
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5. I shot the Sheriff
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Extraña endecha acerca de las
constantes matanzas a miembros de la Fuerza Pública a
manos de organizaciones al margen de la ley, ante la impotente
“mano dura” del Gobierno. |
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6. Everyday (I have the blues) |
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Improvisado jam de júbilo
compuesto por Uribe inmediatamente después de la esquiva
aceptación por parte del conservador Andrés Pastrana
de la Embajada en el amado país del norte. |
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7. Riding with the fuck-ing |
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Canción de carretera en la que
se relatan las aventuras de Bush enseñando a enlazar
bestias a su homónimo, mientras que Uribe, a su vez,
le enseña a domarlas. |
*Andrés
Ospina es codirector y cofundador de La Silla Eléctrica.
La cerveza, The Beatles, el Qundío y Bogotá se encuentran
entre sus mayores intereses.
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