Conmoción
internacional han ocasionado los sobrecogedores conflictos entre
las potencias de Colombia y Gran Bretaña por causa de la
disputada nacionalidad de los beneméritos jugadores Francisco
Wittingham, Oswaldo Mackenzie y Hamilton Ricard.
El
asunto tuvo origen cuando el punzante ariete de origen chocoano,
siempre ávido de conocimientos y cultura (prueba de lo
anterior es su memorable gesto en el que saludó de una
peculiar forma a seiscientos millones de espectadores en el marco
de la copa mundial de fútbol) empezó a preguntarse
por sus dudosos abolengos. Aprovechando la cercanía, el
delantero visitó en sus horas libres las bibliotecas inglesas
de más tradición en donde reposaban los incunables
archivos de las genealogías de la realeza británica.
Cuál no sería su sorpresa cuando allí descubrió
-en medio de antiguos y aparatosos volúmenes escritos en
perfecto inglés isabelino- su noble procedencia, junto
con la de sus dos colegas.
Fue
en 1623 cuando tres duques ingleses visitaron los exóticos
parajes de este Nuevo Reino de Granada del que tanto habían
oído. Uno partió hacia el Caribe en busca del calor
y la playa, otro hacia las húmedas y mágicas selvas
del Chocó a la espera de exóticas mujeres, el otro
a Santafé de Bogotá cerca de Suba, exactamente a
lo que más adelante se llegaría a conocer como el
barrio la Gaitana, en donde en la actualidad innumerables rutas
de sobreocupados autobuses transitan a diario.
Sir Oswald Wilbur McKenzie, Hamilton Seamus Ricard the first y
Lord Francis Albert Wittingham, todos ellos celebres caballeros,
esparcieron su noble simiente, la cual persistiría hasta
nuestros días, en los que, por un bello capricho del destino,
tres de sus descendientes serían futbolistas profesionales.
Las repercusiones del hallazgo no se hicieron esperar. De inmediato
Ricard comunicó la afortunada noticia a sus amigos y convocaría
a una rueda de prensa extraordinaria para dar a conocer al mundo
de su pulquérrima procedencia. El hecho llegó a
oídos de la reina Isabel, y a su vez al despacho del primer
ministro Tony Blair, quienes concordaron en la importancia de
mantener en las filas del reino a tan meritorios personajes. Entretanto
decidieron que ésta sería la prioridad numero uno
dentro de sus planes inmediatos de gobierno. “No descansaremos
hasta exaltar a estos tres hombres al lugar que por su linaje
les corresponde” dijo Blair en tono contundente.
|
El
director técnico de la selección inglesa afirmó:
“los tres jugadores le inyectarán al equipo ese tropicalismo
que nos ha hecho falta para conquistar el segundo titulo mundial,
de seguro con ellos lo lograremos.” La beligerante hinchada
inglesa también mostró su satisfacción confeccionando
inmensas banderas de Barranquilla con la consigna “We want
them back”. Los tres sobrevivientes de la popular banda Queen
han decidido grabar de nuevo el himno “We are the Champions
of the World” teniendo como vocalista a Diomedes Díaz,
quien ha modificado el coro del popular éxito con las líricas
“Yo soy mundial, yo soy mundial, como mi selección”
El periódico The Sun ya anuncia la publicación de
comprometedoras fotos de alcoba con McKenzie y Sara Ferguson como
protagonistas.
Pero la disputa se desataría cuando el presidente Pastrana
declaró que en su próxima visita a Colombia, programada
para septiembre del presente año no escatimaría esfuerzos
para recuperar a lo que él mismo llamó “Un patrimonio
histórico y cultural de nuestra nación” y que
mientras tanto, el doctor Juan Camilo Restrepo se ocuparía
de todo lo referente a esta situación (y a todas las demás).
“No queremos vernos obligados a emplear nuestro vasto poderío
militar en contra de un país amigo. Por ello ya ha viajado
una comisión de conciliación encabezada por Miguel
Ángel Bermúdez, y Hernán Darío Gómez,
ciudadanos de probada honradez y serenidad, dispuestos a negociar
un acuerdo bilateral.”
Acerca
de los alcances de la extensión del conflicto un analista
político dijo: “aunque son situaciones diferentes no
podemos descartar la posibilidad de que se desate una segunda guerra
de las Malvinas”.
Al preguntárseles sobre el insuceso los tres jugadores coincidieron
en decir: “Yo pienso de que es una oportunidad muy linda.
Afortunadamente las cosas se están dando y hay que seguir
trabajando. Lo importante fue que se sumó.. Y pues, bueno”.
*Manuel
Francisco Carreño y Andrés Ospina son los verdaderos
nombres de Brando Maya y Pablo Cranach, coparticipes de innumerables
y fallidos proyectos individuales y en colectivo, entre los que
se cuentan El Utensilio, Morgan Records, Contrabanda, Paréntesis,
Poliarquía F.C. y Situación Crónica. Hoy son
directores del espectáculo radial La Silla Eléctrica
y escriben artículos por separado y a cuatro manos.
|