Durante los
últimos tiempos, nuestra emprendedora y ejemplar juventud
ha tenido por fin la oportunidad de dar rienda suelta al jolgorio
y la sana diversión en el muy famoso Tour After Class Lechona.
Cada
viernes, esos típicos templos de sana convivencia y distensión
a los que en lenguaje parroquial se suele llamar tiendas, son
visitados por hordas de sacrificados estudiantes, que, al llegar
el fin de semana, encuentran una recompensa a sus arduas e incansables
labores en sus respectivas disciplinas.
Los
méritos de estos ejemplos de tesón y amor incondicionales
por el conocimiento se ven con claridad reflejados en sus constantes
excursiones a estos bellos sitios de sonoros nombres como La Rectoría,
La Decanatura, El Aula, La Facultad de la Salsa, La Secretaría
y demás alusiones a la sagrada institución universitaria.
Cada semana se puede ver entrar a sus fieles discípulos,
libro y botella de aguardiente en mano, dispuestos a mezclar de
la mejor manera el esparcimiento y la instrucción.
Si
tú, amigo lector, aún no has asistido a una Rumba
After Class Lechona, te invitamos a que nos acompañes en
esta excursión virtual para que así puedas hacerte
a una idea de lo que te estás perdiendo.
A
las 2:00 PM las alumnas empiezan a rumorar entre dientes: "¡Ay!
¡Qué locha ir a clase!, ¡Apliquémosle
la ley del cuarto de hora al cucho y esta noche nos vamos de despeluque!".
Una vez aprobada la moción de desorden, corren a acicalarse
a los retretes de la "Facu". De su bolso emergen -como
por arte de magia- "industriales" cantidades de maquillaje,
camisas brillantes de polietileno, la blusita ombliguera (previo
piercing en la zona correspondiente), las botas Shakira, la escarcha,
y el "topsito" escotado, entre otros. Con esta indumentaria
las chicas quedan preparadas para su "ladies night"
A
las 3:00 PM las puertas se abren. La bienvenida es tentadora e
irresistible. En la puerta se erigen luminosos avisos de neón
en donde alumbran las imagenes intermitentes de una birra, una
rockola y un birrete -artículo al que la mayoría
de los asistentes sólo conocen, y conocerán, a través
de programas de televisión de los ochentas como Paper Chase
o Lazos Familiares-. Un grupo de selectas "top models"
locales, con su extremada gracia, sus llamativos trajes -en donde
el bajo presupuesto no sólo se ve en su tamaño sino
en su diseño y calidad- y sus sutiles y agudos comentarios,
nos incitan a consumir muestras gratis, diluidas en abundantes
cantidades de agua o soda, de la bebida alcohólica o el
tabaco rubio en promoción.
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A
las 5:00 PM el "flirt o galanteo” está a la orden
del día. Las "divas" de la velada, sacan a flote
sus mejores armas de seducción, contorsionándose al
ritmo de la frenética música Trance y la Salsa erótica.
Acto seguido, los varones corresponden al coqueteo ofreciéndoles
una amplia gama de cócteles dulzones acordes con su poderío
económico. En las afueras del local las camionetas ya se
encuentran abiertas, con la planta, el ecualizador y la unidad de
CD múltiple extraíble en su máxima potencia,
deleitando a las 20 cuadras vecinas con bellísimas canciones,
como aquella que reza "Seamos amantes inocentes/ será
una extraña relación/ no habrá sexo ni caricias/
solo besos con amor/".
A
las 6:00 PM los machos latinos empiezan a "marcar su territorio".
Es hora de decidir quién podrá llevarse el "ganado"
a casa. Para ello se confrontarán en franca lid con todo
aquel que ose cuestionar la soberanía de sus dominios. Las
doncellas, al percatarse de ser el objeto del conflicto, sollozan
en una mezcla de angustia y satisfacción. Pero igual no hacen
nada para evitarlo. En muchos casos toman la salomónica decisión
de emprender la huída en compañía de un tercero.
A
las 7:00 PM el primer disparo añade el toque de emoción
a la ya agitada jacaranda. Un iracundo hombre en avanzado estado
de beodez entra a demostrar quién es quién. Su deceso
suele ocurrir a las 9:00 PM dándole a la celebración
el final de película que se merece. Esto para nada diezma
los ánimos de los sobrevivientes, puesto que -por lo general-
la precariedad de sus estados les impide recordar al día
siguiente cualquier suceso acaecido durante la pasada noche de juerga.
La semana transcurre con lentitud y por fin vuelve a llegar el tan
ansiado viernes donde todo vuelve a empezar de nuevo, gracias a
Dios.
Deseamos
que esta rápida mirada al Tour After Class Lechona te haya
convencido de que no existe una forma más amena de rematar
la semana, -y hasta la vida-. El Tour llegara pronto a tu Alma Mater.
¡Espéralo!
*Manuel
Francisco Carreño y Andrés Ospina son los verdaderos
nombres de Brando Maya y Pablo Cranach, coparticipes de innumerables
y fallidos proyectos individuales y en colectivo, entre los que
se cuentan El Utensilio, Morgan Records, Contrabanda, Paréntesis,
Poliarquía F.C. y Situación Crónica. Hoy son
directores del espectáculo radial La Silla Eléctrica
y escriben artículos por separado y a cuatro manos.
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